miércoles, 22 de noviembre de 2017
Caminar con regularidad puede disminuir el riesgo de muerte
Caminar con regularidad, incluso por debajo del nivel mínimo recomendado para estar en buena forma física, se asocia a un descenso de la mortalidad global, en comparación con la inactividad, según los nuevos datos de un estudio de cohortes estadounidense de prevención del cáncer en personas de edad avanzada.
Caminar es sencillo, gratis, y no requiere ningún tipo de entrenamiento; es la actividad ideal para la mayoría de las personas que les cuesta practicar un deporte y cuando empiezan a envejecer.
Varias guías clínicas aconsejan a los adultos realizar más de 150 minutos de ejercicio físico de intensidad moderada, o 75 minutos de ejercicio físico de intensidad elevada a la semana, para conseguir "una salud óptima". Estos son los niveles mínimos recomendados.
Pero este estudio nuevo mostró que andar a velocidad moderada 120 minutos o menos cada semana, también mejora la esperanza de vida.
El estudio evaluó andar a "una velocidad intermedia". Dicha velocidad "puede hacerle sentir finalmente un aumento ligero de la frecuencia respiratoria, y le permitirá recorrer alrededor de 2 kilómetros en 20 minutos".
La caminata es la actividad física realizada con más frecuencia, y se ha vinculado a disminución del riesgo de cardiopatía, diabetes y cáncer de mama o de colon.
Para conseguirlo, la Dra. Patel y sus colaboradores revisaron los datos de más de 62.000 hombres y 77.000 mujeres incluidos en la cohorte de nutrición del Cancer Prevention Study II , que evaluó a los participantes periódicamente con cuestionarios enviados por correo. El criterio principal de valoración de este estudio era la mortalidad global entre los años 1999 y 2013.
La media de edad de los participantes en 1999 era de 71 años en los hombres, y de 69 en las mujeres.
En este estudio, 5,8% de los hombres, y 6,6% de las mujeres no realizaban actividad física moderada a intensa al inicio en 1999. Estas personas "inactivas" presentaban un aumento de 26% del riesgo de muerte prematura, comparadas con las participantes en el estudio que caminaban "algo", pero por debajo de los niveles mínimos recomendados mencionados con anterioridad (hazard rate ratio [HRR]: 1,26).
Por el contrario, andar más estaba asociado a una mortalidad global más baja (HRR: 0,80). "Al comparar a los participantes en el estudio que cumplían o sobrepasaban las recomendaciones mínimas de ejercicio, con las personas que caminaban un poco (pero por debajo del mínimo recomendado), se observó un descenso del riesgo de mortalidad de 20%", destacó la Dra. Patel.
"No hay duda de que es mejor caminar mucho. Pero también es verdad que caminar un poco es mejor que nada. Lo peor es permanecer completamente inactivo", concluyó la Dra. Patel, resumiendo los hallazgos en una entrevista con Medscape Noticias Médicas.
"La conclusión final es que cualquier actividad física, en este caso, caminar menos de 2 horas a la semana, tiene efectos favorables considerables y con repercusión clínica respecto a la mortalidad", declaró el Dr. Fielding a Medscape Noticias Médicas.
El efecto beneficioso es mayor en las personas que alcanzan o sobrepasan los niveles de actividad física recomendados, resumió el Dr. Fielding, coincidiendo con la Dra. Patel.
El grado de actividad física también tiene un efecto dosis-respuesta, como ocurre al andar con cierta regularidad durante 2 años respecto al descenso de la mortalidad y del riesgo de incapacidad, añadió el Dr. Fielding, citando LIFE, su propio estudio aleatorizado publicado recientemente.
La Dra. Patel también destacó los resultados recientes en cifras absolutas, pero recordó que no se habían ajustado los factores de confusión.
La tasa de mortalidad global estandarizada por edad de las personas participantes inactivas era de 4293 por 100.000, y esta cifra bajó a 2851 en los participantes que caminaban menos del nivel recomendado. Esto supone 1442 muertes menos por 100.000, que en las personas participantes inactivas. La cifra disminuyó todavía más en quienes cumplieron o sobrepasaron los niveles mínimos de ejercicio: 2088 por 100.000 en las personas que andaban una o dos veces más que los niveles mínimos recomendados. "Considero que estos son unos descensos importantes del riesgo", concluyó la Dra. Patel.
La Dra. Patel también declaró a Medscape Noticias Médicas que da paseos diarios por el camino de 400 metros en el patio de la sede central de la American Cancer Society en Atlanta durante los días laborables, y en el Centennial Olympic Park cercano. Los coautores del estudio hacen algo parecido. "En la actualidad muchas personas se reúnen para caminar en lugar de permanecer sentadas en las oficinas", aseguró la autora.
Fuente:
https://espanol.medscape.com/verarticulo/5902003
martes, 25 de abril de 2017
Antiagregantes en pacientes que van a ser sometidos a Cirugía no Cardiaca
Mantener un antiagregante plaquetario como
aspirina, clopidogrel, prasugrel o ticagrelol en pacientes que van a ser
sometidos a cirugía no cardiaca electiva, representa un dilema, algunos
estudios sugieren el beneficio en un grupo de pacientes en otros el riesgo de
sangrado supera los beneficios, por lo tanto la decisión de mantener estos
fármacos deben realizarse tomando en cuenta diferentes aspectos:
Indicación de la antiagregacion plaquetaria.
Existe condiciones en donde los estudios han demostrado un beneficio claro con
el uso de uno o varios antiagregantes, tal es el caso de pacientes con cardiopatía
isquémica crónica, angina estable, infarto al miocardio, angina inestable, portadores
de stents (metálicos y liberadores de fármacos), revascularización quirúrgica
miocárdica, fibrilación auricular, accidente cerebrovascular isquémico previo,
enfermedad vascular periférica. El uso de la aspirina en otras condiciones es controversial
y menos claro. Todavía se logra ver en la consulta pacientes que se auto
medican Aspirina solo porque han escuchado que “es bueno para el corazón”.
Riesgo isquémico. En este caso se incluyen
pacientes diabéticos, enfermedad renal crónica, enfermedad arterial coronaria
extensa, fracción de eyección del ventrículo izquierdo < 40%, portador de
stent y enfermedad vascular periférica múltiple.
Riesgo de sangrado. En aquellos pacientes con
antecedente de sangrado, uso de terapia anticoagulante, edad avanzada, bajo
peso corporal, anemia, terapia crónica con AINES, enfermedad renal crónica,
diabetes mellitus y sexo femenino.
Riesgo quirúrgico cardiaco. Aquí entran los
procedimientos de ≥ 1% de riesgo de muerte e infarto al miocardio no fatal a
los 30 días como; esplenectomía,
reparación de hernia de hiato, colecistectomía, carotidea sintomática,
angioplastia arterial periférica, reparación endovascular de aneurisma, cirugía
de cabeza y cuello, neurológica u ortopédica mayor, urológica o ginecológica
mayor, trasplante renal, intratoracica no mayor, cirugía aortica y vascular
mayor, revascularización abierta de extremidades inferiores o amputación o
tromboembolectomía, cirugía de duodeno-páncreas, resección de hígado, cirugía
de vías biliares, esofagectomía, reparación de perforación intestinal,
resección de glándulas suprarrenales, cistectomía total, neumonectomia,
trasplante pulmonar o hepático.
En algunos casos suspender la terapia
antiagregante supone un riesgo alto de trombosis y consecuencias fatales como
en el caso de los pacientes portadores de stent, se ha demostrado que la suspensión prematura del tratamiento
antiagregante doble en pacientes con implante reciente es la más potente variable
predictiva de trombosis del stent. Las consecuencias de la trombosis del stent
varían según la
localización de este (p. ej., la trombosis de stent en tronco común izquierdo en la mayoría de los
casos puede ser mortal). Las
directrices de la duración del tratamiento antiagregante doble en pacientes
portadores de stent metálicos, recubiertos de primera, segunda y tercera
generación son más claros que en otras condiciones, siempre de ser posible se
debe retrasar la cirugía electiva hasta completar la duración recomendada de la
doble terapia antiplaquetaria.
La
administración de un antiagregante plaquetario debe suspenderse si el riesgo de
sangrado es superior al beneficio cardiovascular potencial. En algunos casos el cirujano y el cardiólogo deben
discutir el tratamiento antiagregante para buscar un equilibrio entre el riesgo
de complicaciones hemorrágicas potencialmente mortales durante la cirugía si se
mantiene el tratamiento antiagregante plaquetario y el riesgo de trombosis si
se suspende.
El mantenimiento o suspensión de un
antiagregantes debe realizarse tomando en cuenta todos estos aspectos, sopesando
el riesgo isquémico y el riesgo de sangrado con la finalidad de brindar el
mayor beneficio y menor riesgo posible al paciente, el juicio clínico es
fundamental.
Referencias:
2016 ACC/AHA Guideline Focused
Update on Duration of Dual Antiplatelet Therapy in Patients With Coronary
Artery Disease. DOI: 10.1161/CIR.0000000000000404.
Guía de práctica clínica de la ESC/ESA 2014
sobre cirugía no cardiaca: evaluación y manejo cardiovascular. Rev Esp Cardiol.
2014;67(12):1052.e1–e43.
jueves, 20 de abril de 2017
Importancia de la Profilaxis Antibiótica
La profilaxis antibiótica se utiliza con la finalidad de prevenir
endocarditis infecciosa, que es una infección de la membrana que recubre el
interior de las cavidades del corazón o las válvulas cardíacas. A pesar de las
mejoras en su manejo, la endocarditis infecciosa está asociado con una alta
mortalidad y complicaciones graves.
Está justificada la profilaxis antibiótica en pacientes de alto
riesgo para el desarrollo de endocarditis infecciosa y que van a ser sometidos
a procedimiento de alto grado de bacteriemia.
Los pacientes de alto riesgo para el desarrollo de Endocarditis Infecciosa
son:
Pacientes con cualquier válvula protésica, incluyendo una válvula
transcatéter, o aquellos en los que se utilizó material protésico para la
reparación de la válvula cardíaca.
Pacientes con un episodio previo de Endocarditis Infecciosa.
Pacientes con cardiopatías congénitas cianóticas y cardiopatías
congénitas reparadas con un material protésico, ya sea colocado quirúrgicamente
o por técnicas percutáneas, hasta 6 meses después del procedimiento o durante
toda la vida si existe shunt residual o regurgitación valvular.
Los procedimientos con alto riesgo de bacteremia son los dentales
que requieren manipulación de la región gingival o periapical de los dientes o
perforación de la mucosa oral.
En pacientes con mala
salud dental, la bacteriemia puede observarse independientemente de los
procedimientos dentales, y las tasas de bacteriemia tras el procedimiento son
más altas en este grupo. Esto recalca la importancia de una buena higiene oral
y de las revisiones dentales regulares para prevenir la endocarditis
infecciosa.
Referencias:
2015 ESC Guidelines for the management of infective
endocarditis. doi:10.1093/eurheartj/ehv319.
martes, 18 de abril de 2017
Anticoagulación en Pacientes que van a ser Sometidos a Cirugía
El uso de anticoagulantes orales es cada vez
más común, ya sea un viejo anticoagulante como la Warfarina o un nuevo
anticoagulante como Dabigatran, Rivaroxaban, Apixaban y Edoxaban. Existen
diferentes indicaciones de anticoagulación oral, el más común es por una
arritmia cardíaca llamada fibrilación auricular, también en pacientes
portadores de prótesis valvular cardíaca mecánica y biológica por cierto tiempo,
estenosis mitral reumática con algunas características, trombos intracardiacos,
infarto al miocardio con alto riesgo de embolia y tromboembolismo, en todas
estas condiciones el riesgo de presentar un embolismo sistémico es mayor que en
condiciones normales.
Los pacientes cuando van a ser sometidos a
algún procedimiento o cirugía y están tomando alguno de estos fármacos, deben
ser remitidos a un cardiólogo indicando el tipo de procedimiento o cirugía que
se va realizar con la finalidad de evaluar diferentes aspectos:
Riesgo de sangrado relacionado al
procedimiento o cirugía (sin riesgo de sangrado clínicamente importante, bajo,
intermedio/alto e incierto).
Riesgo de sangrado relacionado al paciente
(antecedentes de sangrado, examen físico, exámenes de laboratorio, HAS-BLED
score).
Riesgo de trombosis según la patología que
origino la indicación de la anticoagulación (CHA2DS2-VASc score).
En caso de ameritar una interrupción temporal
de la anticoagulación el paciente debe ser instruido adecuadamente como suspenderlo
y cuando reiniciarlo. En pacientes con alto riesgo de trombosis se debe hacer
un puente entre la anticoagulación oral y parenteral con la finalidad de que
siempre mantenga el beneficio del anticoagulante.
Es importante realizar una
evaluación integral tomando en cuenta todos estos aspectos, así se disminuyen los
riesgos periprocedimiento y se logra el mayor beneficio posible al paciente.
2017 ACC Expert Consensus Decision Pathway for Periprocedural Management
of Anticoagulation in Patients With Nonvalvular Atrial Fibrillation. http://dx.doi.org/10.1016/j.jacc.2016.11.024.
martes, 28 de marzo de 2017
Utilidad de las Pruebas de Esfuerzo en Deportistas
El ejercicio físico somete al organismo a un estrés adicional al
habitual de la vida diaria que puede perjudicar o desestabilizar procesos patológicos
que contraindiquen la práctica deportiva. Por otra parte, las pruebas de
esfuerzos deben aportar al deportista datos que le permitan planificar y
mejorar su entrenamiento para optimizar su rendimiento deportivo.
Las pruebas de esfuerzo suponen una herramienta fundamental para
la valoración del deportista desde dos puntos de vista: a) tutela del estado de salud de los atletas mediante
la prevención y el diagnóstico precoz, y b) apoyo científico-médico al proceso del entrenamiento.
El ergómetro más utilizado para valorar VO2máx y la capacidad
aeróbica es la cinta rodante, ya que la carrera es un gesto biomecánico natural
que no requiere habilidades motrices especiales, siendo un ejercicio dinámico en
el que se movilizan grandes grupos musculares. No obstante, la moderna
valoración funcional tiende a la realización de pruebas de esfuerzo,
reproduciendo el gesto biomecánico del deportista para favorecer la motivación
del mismo y buscar la mayor especificidad y aplicabilidad en la valoración.
Las indicaciones actuales para la realización de prueba de esfuerzo en
deportistas son las siguientes:
- Valoración de deportistas con sospecha de cardiopatía o cardiopatía diagnosticada como indicación de aptitud para la práctica deportiva.
- Deportistas con alteraciones electrocardiográficas basales con objeto de establecer su relación con el entrenamiento físico.
- Evaluación de la capacidad funcional en deportistas de competición, prescripción de cargas de trabajo y valoración de la progresión tras un programa de entrenamiento físico.
- Deportistas con sospecha de asma inducida por el ejercicio.
- Deportistas asintomáticos, mayores de 35 años y con dos o más factores de riesgo, como valoración de la aptitud para la práctica deportiva.
- Deportistas asintomáticos menores de 35 años con historia familiar de muerte súbita inexplicable relacionada con el ejercicio en familiares de primer grado jóvenes.
La prueba de esfuerzo tiene unos datos de seguridad excelentes.
El riesgo depende de las características clínicas del paciente que se somete a
la prueba. En los pacientes no seleccionados, la mortalidad es inferior al
0,01% y la morbilidad no supera el 0,05%.
Referencias:
Guías
de práctica clínica de la Sociedad Española de Cardiología en pruebas de
esfuerzo. (Rev Esp Cardiol 2000; 53: 1063-1094).
lunes, 27 de marzo de 2017
Ejercicio Aeróbico ¿Cuanto y Hasta Cuando?
No existen dudas de los
beneficios del ejercicio aeróbico sobre el sistema cardiovascular, pero, ¿estarás
haciendo lo suficiente o más de lo recomendado?
La actividad física aeróbica
incluye la actividad cotidiana, trabajo doméstico pesado, jardinería, caminar a
paso ligero, correr, trotar, ciclismo, esquí de fondo, bailar, patinar, remar o
nadar.
Existen diversas maneras de
prescribir el ejercicio según la intensidad, una manera práctica es con el cálculo
de la frecuencia cardíaca (FC) durante el ejercicio, que está en relación con
el nivel de aptitud cardio-respiratoria de un individuo. Se establece que la FC
máxima de un individuo es 220 – edad en años, un ejemplo; una persona que tiene
30 años, su FC máxima seria 190 lpm, que equivale a su FC máxima
(100%). Este dato es fundamental para determinar la intensidad del ejercicio físico,
en ligera, moderada y vigorosa.
Una actividad física ligera
corresponde a 50 – 63%, moderada de 64 – 76 y vigorosa de 77 – 93% de la FC máxima
estimada según su edad, por lo que debes conocer cuánto es tu FC máxima y calcular
tus pulsaciones por minuto durante la actividad física para saber la intensidad de ejercicio que estas realizando.
Se recomienda que las
personas realicen al menos 30 min/día, 5 días/semana de actividad física de
intensidad moderada (es decir, 150 min/semana) o 15 min/día, 5 días/semana de actividad física de intensidad
vigorosa (75 min/semana).
Sin embargo, la práctica de actividad
física por debajo de los niveles más bajos recomendados debe ser estimulada en
individuos incapaces de cumplir con el mínimo o en aquellos individuos
sedentarios que acaban de comenzar, con un aumento gradual en el nivel de
actividad.
También pueden ser
apropiadas sesiones de ejercicio más cortas (es decir, 10 min), especialmente
en individuos poco entrenados. Para el control de lípidos o el control de peso
corporal, se han propuesto duraciones más largas de ejercicio, 40 y 60-90 min/día,
respectivamente.
Para beneficios adicionales en
adultos sanos, se recomienda un aumento gradual de actividad física aeróbica a
300 minutos por semana de intensidad moderada, o 150 minutos a la semana de PA
aeróbica de intensidad vigorosa, o una combinación equivalente de los mismos.
El entrenamiento de mayor intensidad aún no
pueden ser ampliamente recomendados hasta que se disponga de más datos sobre
seguridad y eficacia.
Referencias:
2016 European Guidelines on cardiovascular disease
prevention in clinical practice. European
Heart Journal doi:10.1093/eurheartj/ehw106.
domingo, 26 de marzo de 2017
Levantar pesas ¿Bueno o Malo para el Corazón?
Si haces ejercicio, levantas
pesas o quieres iniciar una rutina de ejercicios, esta información es importante
para ti.
Un estilo de vida
sedentario es uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo de las
enfermedades cardiovasculares.
La actividad física regular
reduce el riesgo de la mortalidad por todas las causas y por enfermedades
cardiovasculares en individuos sanos en un 20-30%, en sujetos con factores de
riesgo coronario y en pacientes que han padecido un infarto al miocardio. Además
la actividad física tiene un efecto positivo en muchos factores de riesgo,
incluyendo hipertensión, colesterol malo (LDL-C) y no-HDL-C, peso corporal y diabetes
mellitus tipo 2. Esto se aplica tanto a hombres como a mujeres sin importar el
grupo etario.
La actividad física
aeróbica, la modalidad más estudiada y recomendada, con un efecto
dosis-respuesta beneficioso sobre el pronóstico, consiste en movimientos de
gran masa muscular de forma rítmica durante un período sostenido. Incluye actividad
cotidiana, incluyendo viajes activos (ciclismo o caminata), trabajo doméstico
pesado, correr, bailar, patinar, remar o nadar.
El ejercicio de
levantamiento de pesas es considerado un ejercicio anaeróbico o de
fortalecimiento, estimula la formación ósea y reduce la pérdida ósea, conserva
y mejora la masa muscular, la fuerza y la capacidad funcional, con alguna
evidencia de beneficio en el control de los lípidos, la presión arterial y la
sensibilidad a la insulina, especialmente en combinación con el ejercicio
aeróbico. Debe incluir movimientos compuestos a través de toda la gama de
movimiento de las articulaciones, como trabajar con bandas de resistencia,
calistenia usando peso corporal para resistencia y carga pesada. Para cada
sesión de ejercicio, la prescripción sugerida es de dos a tres series de 8-12
repeticiones a la intensidad de 60-80% del máximo de una repetición del
individuo (1 RM, la carga máxima que puede levantarse una vez) a una frecuencia
de al menos 2 días a la semana. Para los adultos mayores o individuos sin
entrenamiento previo, se sugiere comenzar con un sistema de 10-15 repeticiones
en el 60-70% de 1 RM.
Los médicos debemos advertir
los efectos desfavorables del sedentarismo y ayudar a añadir la actividad física
en la vida diaria. Los sujetos deben ser asesorados sobre los tipos apropiados
de actividades y formas de progresar y deben ayudarse a establecer metas
personales para lograr y mantener los beneficios. Con este fin, se debe alentar
a los individuos a encontrar alguna actividad que disfruten y/o que puedan
incluir en sus rutinas diarias, ya que es más probable que estas actividades
sean sostenibles.
Hasta la fecha el ejercicio
aeróbico ha demostrado mayores beneficios sobre el sistema cardiovascular. Por lo que es recomendable incluirlo es su rutina de ejercicios anaerobicos.
Es fundamental acudir a una evaluación medica con la finalidad de evaluar la condición cardiovascular sobre todo si ha tenido alguna vez algún tipo de problema cardiovascular, especialmente un ataque al corazón, es diabético, sufre de presión arterial alta y no toma medicamentos para controlarla, tiene antecedentes familiares de enfermedad arterial coronaria, es un hombre mayor de 45 años de edad o una mujer mayor de 50 años de edad, y no está acostumbrado siquiera a niveles moderados de ejercicio físico o fuma.
Es fundamental acudir a una evaluación medica con la finalidad de evaluar la condición cardiovascular sobre todo si ha tenido alguna vez algún tipo de problema cardiovascular, especialmente un ataque al corazón, es diabético, sufre de presión arterial alta y no toma medicamentos para controlarla, tiene antecedentes familiares de enfermedad arterial coronaria, es un hombre mayor de 45 años de edad o una mujer mayor de 50 años de edad, y no está acostumbrado siquiera a niveles moderados de ejercicio físico o fuma.
Referencias:
2016 European Guidelines on cardiovascular disease prevention in clinical practice. European Heart Journal doi:10.1093/eurheartj/ehw106.
2016 European Guidelines on cardiovascular disease prevention in clinical practice. European Heart Journal doi:10.1093/eurheartj/ehw106.
martes, 31 de enero de 2017
Suplementos de Calcio y Corazón
Existen controversias sobre los
beneficios y riesgos de los suplementos de calcio para el corazón.
Investigaciones previas indican que los suplementos de calcio podrían resultar
beneficiosos para la salud del corazón, al mejorar los niveles de colesterol y
controlar la hipertensión.
Sabemos que el calcio es beneficioso
para las mujeres posmenopáusicas y personas mayores ya que estos protegen la
salud de los huesos y ayudan a prevenir osteoporosis, así como otras
enfermedades causadas por la deficiencia de calcio.
Dos artículos conflictivos encienden
más el debate en torno a los suplementos de calcio y la salud cardiaca. El
primero, un seguimiento a 10 años del estudio MESA, no mostró un riesgo
cardiovascular excesivo con la ingesta alimentaria de calcio pero señaló que
los suplementos de calcio pueden asociarse a un mayor riesgo de calcificación
de las arterias coronarias y desarrollo de un infarto al miocardio. En segundo
lugar, una nueva directriz clínica conjunta de la Fundación Nacional para la
Osteoporosis y la American Society for Preventive Cardiology, señala que tanto
el calcio alimentario como el de suplementos es inocuo para la salud
cardiovascular cuando se consume en las cantidades recomendadas. Las
recomendaciones de la ingesta diaria de calcio varía según la etapa de la vida,
en adultos oscila de 1000 a 1200 mg.
Mi opinión es que la indicación de
los suplementos de calcio debe ser de manera individualizada a cada paciente
según su estado clínico, carencias y limitantes. Es preferible la ingesta alimentaria
de calcio sobre los suplementos de calcio. Recordar que las hortalizas de hoja
verde, jugos de frutas y cereales tienen altos niveles de calcio. Un dato
importante es no sobrepasar la ingesta diaria recomendada, las vitaminas y
minerales en exceso pueden ser tan perjudiciales como su carencia.
Referencias:
viernes, 13 de enero de 2017
¿Doctor puedo tomar la pastillita azul?
El
Sildenafil fue el primer medicamento oral para el tratamiento de la impotencia,
fue aprobado por la FDA el 27 de marzo de 1998, desde su aparición en farmacias
ha cambiado la vida y relaciones de millones de personas en todo el mundo.
Pacientes sin enfermedad cardiovascular conocida y con cardiopatías que
presentan disfunción eréctil o impotencia, se preguntan si pueden tomar y como
tomar este medicamento, por el miedo de presentar un efecto secundario o
empeoramiento de su enfermedad cardiovascular, de allí el motivo de traerles
esta importante información.
El
Sildenafil, Tadalafil y Vardenafil inhiben selectivamente la fosfodiesterasa 5
(PDE5), que es una enzima que se encuentra principalmente en el pene y que es
responsable de la degradación de otra enzima, la guanosin monofosfato cíclica (GMPc).
La GMPc se produce en el pene durante la estimulación sexual y tiene como misión
relajar los músculos lisos para que la sangre fluya por sus paredes cavernosas,
aumentando su volumen y consiguiendo la erección del pene. Estos medicamentos
inhiben directamente la PDE5 para que la GMPc no se degrade; de esta manera, le
permite permanecer en el área para lograr un flujo continuo de sangre en los
cuerpos cavernosos y mantener la erección.
Estos
medicamentos no son para mejorar la actividad sexual. Su prescripción solo debe
hacerse en pacientes que padecen una disfunción eréctil, es decir que no pueden
conseguir o mantener una erección suficiente para la consumación del acto
sexual. Ni aumenta, ni realza, ni hace la experiencia sexual más intensa entre
aquellos hombres que responden normalmente ante una estimulación sexual. En la
actualidad el Sildenafil ha demostrado beneficios para pacientes con problemas
de hipertensión pulmonar.
El
Sildenafil se administró a más de 4.000 mil pacientes en pruebas clínicas que incluían
a hombres con una disfunción eréctil,
que les fue diagnosticada de leve, moderada o total. La edad media de los
pacientes era de 55 años. Tenían una amplia gama de afecciones asociadas a su
disfunción eréctil, entre las que se incluían: hipertensión arterial, niveles
de colesterol elevado, diabetes y cirugía de próstata. Se demostró que el
Sildenafil había funcionado en 7 de cada 10 hombres entre los pacientes con
disfunción eréctil atribuible a la diabetes y otras causas físicas y psicológicas.
Los
efectos secundarios se han reportado en 10% y son dolores de cabeza, náuseas,
enrojecimiento y diarrea. No obstante, estos efectos en su mayoría son
transitorios y de leves a moderados. La única preocupación que existe acerca de
los efectos más graves se refiere a las interacciones con otros medicamentos. Los
estudios destacan que los medicamentos compuestos por nitratos, como pastillas
o el pulverizador de nitroglicerina, pueden causar en combinación de Sildenafil
o Tadalafil en aquellos hombres a quienes se les indico por síntomas de angina
y padecen enfermedad arterial coronaria, corren riesgo de una bajada súbita de
la presión arterial. Los inhibidores de la PDE5 potencian los efectos
hipotensores de los nitratos orgánicos bajo cualquier forma, su uso conjunto está
contraindicado.
Los
voluntarios sanos de 65 años o más eliminan con mayor dificultad el Sildenafil,
lo que significa mayor permanencia del medicamento en la sangre en estas
personas. Así, cualquier efecto secundario puede tardar más en desaparecer.
Antes
de cualquier prescripción, debe realizarse un historial médico y un examen físico
completo y riguroso, incluido un estudio de laboratorio, para determinar la
causa de la disfunción eréctil y prescribir el tratamiento apropiado. Es
esencial que el médico que prescriba su uso este informado de las medicinas que
el paciente está tomando.
Aunque
el grado de riesgo cardíaco asociado a la actividad sexual es bajo, antes de
iniciar cualquier tratamiento para disfunción eréctil, se debe evaluar el
estado cardiovascular de los pacientes o visitar un cardiólogo.
Viagra.
Como actua, efectos secundarios y contraindicaciones. Dr. Pthniel J. Seiden.
1998. Editorial Everest.
miércoles, 11 de enero de 2017
¿El sexo es bueno para todos los Corazones?
La actividad física
regular de intensidad moderada como andar en bicicleta, nadar o caminar por 30
minutos 5 o más veces por semana sin duda alguna tiene beneficios en la prevención
enfermedades cardiovasculares y ayuda a tener un buen estado cardiovascular, la
práctica de sexo equivale a un ejercicio físico de intensidad leve a moderada y
es similar al esfuerzo de subir 2 pisos de escaleras. Un estudio de New England
Research Institute de Massachusetts ha demostrado que tener relaciones sexuales
dos veces por semana, disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardíacas en 45%,
en esta investigación los científicos monitorearon la actividad sexual de
hombres entre los 40 y 70 años de edad. Los autores creen que los beneficios pueden generarse por la actividad física y la conexión emocional que se forma con una
pareja estable, ya que el resultado no es igual para quienes se masturban.
En la población
sana o sin enfermedad cardiovascular conocida no existe ninguna contraindicación
más que religiosas o culturales, pero en aquellas personas con cardiopatías avanzadas,
no controladas o síntomas graves “cuidado” esto podría empeorar los síntomas de
manera aguda, por lo que es importante controlar la cardiopatía y sintomatología
antes de hacerlo.
Los pacientes que
han padecido un infarto de miocardio, o se les ha realizado un by-pass y
angioplastia coronaria preguntan frecuentemente en consulta cuando pueden reiniciar
sus relaciones sexuales, esta puede ser tan normal incluso igual que las
personas que no han padecido un infarto de miocardio, generalmente a las 2
semanas pueden realizarlo sin problemas, el cardiólogo primero debe descartar
alguna complicación del infarto de miocardio y constatar la estabilidad de su cardiopatía. Una prueba de
esfuerzo es importante para evaluar capacidad funcional y desarrollo de síntomas,
además esto ayuda a generar confianza en el paciente para retomar sus
actividades rutinarias y relaciones sexuales. La actividad física realizada en
el sexo suele ser menor que la realizada en la prueba de esfuerzo.
Los problemas disfunción
sexual en los pacientes cardiópatas puede ser psicológico, orgánico y/o farmacológicos,
no tengas vergüenza habla con tu médico sobre esto, la mayoría se puede tratar o corregir con
buenos resultados.
Referencias:
jueves, 5 de enero de 2017
Importancia de la Estimación del Riesgo Cardiovascular
Numerosos
estudios epidemiológicos han establecido claramente el papel fundamental de los
factores de riesgo en el desarrollo de la aterosclerosis, principal responsable
de la enfermedad arterial coronaria (EAC), la cual a su vez es la primera causa
de morbilidad y mortalidad en la mayoría de los países incluyendo por supuesto
a Venezuela, en donde en el año 2011 fallecieron 42.000 venezolanos por causas
de enfermedad aterosclerótica tanto cardíaca como cerebral. Los esfuerzos
dirigidos para prevenir las manifestaciones clínicas de la aterosclerosis han
dado resultados impresionantes en las últimas décadas y representan el núcleo principal
de diversas pautas de tratamiento.
El proceso de la
prevención cardiovascular estipula tres etapas: estimación del riesgo cardiovascular
individual, definir las metas terapéuticas y determinar las estrategias para alcanzar
esas metas.
Se conocen varias
escalas para la estimación del riesgo cardiovascular global (RCVG), de acuerdo con la población evaluada; sin
embargo, ninguna de ellas es perfecta.
Hasta el momento,
las tres escalas más utilizadas son la Evaluación Sistemática del Riesgo Coronario
(SCORE por su siglas en inglés), la de Framingham y la de Reynolds.
Aunque todas
ellas han sido ampliamente validadas, no incluyen todos los parámetros que
determinan la modificación del RCVG; sin embargo, sus análisis se sustentan principalmente
sobre los factores mayores de riesgo (lípidos, cifra de presión sistólica y
tabaquismo) como la de Framingham y el SCORE, mientras que la de Reynolds toma
en cuenta la historia familiar de EAC prematura y la proteína C reactiva ultrasensible.
La evaluación
global del riesgo permite cuantificarlo de manera individual para cada paciente
y determinar el tratamiento integral de los factores de riesgo presentes,
priorizando su atención, estableciendo las metas a las cuales es preciso llegar
para impactar sobre el riesgo de manera importante y, en consecuencia, es un
requisito primordial en la evaluación de todos los pacientes.
Referencias:
Definición y
clasificación de los factores de riesgo. Abordaje inicial al paciente con dislipidemia.
Evaluación y clasificación de las dislipidemias. Estimación del riesgo
cardiovascular global. Biomarcadores. Avances Cardiol 2014;34(Supl 2):S17-S35.
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